Durante la conferencia de prensa de este miércoles, el presidente estuvo acompañado de Octavio Romero Oropeza, el director de Pemex, quien explicó los detalles de la renegociación:
Una reducción del suministro de gas etano; Braskem-Idesa pagará por la transportación (que hasta ahora pagaba Pemex); una reducción del contrato para terminarse en 2024, sin obligación de renovarlo.
Además, si a Pemex le sobra etano, se le puede vender sin compromisos de tarifa como estaba establecido. Este asunto es clave: de acuerdo a la explicación presidencial, Pemex estaba obligado a suministrar gas a Braskem, pero ahora, con el contrato renegociado, se retira la obligación, aunque colaborará con la empresa para construir una terminal y que la empresa pueda importar sus suministros.
Además, la trasnacional deberá pagar el 100% del precio de referencia internacional de etano, pues con el contrato original se mantenía un precio bajo.
Centrada en buena medida en el sector petrolero, la conferencia presidencial dio cuenta de los detalles técnicos con Octavio Romero, pero el mensaje político fue del presidente quien, además de recordar la corrupción, fue insistente en que la renegociación no implica cierre de instrucciones penales.
Para el mandatario se debe castigar a quienes realizaron esos contratos y los permitieron, de manera que el asunto sigue abierto en la Fiscalía General de la República. El objetivo manifiesto por el presidente, como en otros casos, es que se consiga una reparación del daño.
López Obrador recordó que la corrupción de Odebrecht con funcionarios de diferentes países puso a numerosas personalidades en la cárcel en distintos países, mientras que en México fue hasta la actual administración que se interpusieron denuncias y se reactivaron investigaciones.
“El propósito nuestro es no permitir la corrupción y procurar recuperar todo lo que se pueda, reparación del daño. Por eso hemos revisado contratos que se hicieron y que consideramos leoninos, que se firmaron para que particulares y extranjeros hicieran jugosos negocios al amparo del poder público.
“Nos robaban a todos los mexicanos, sólo que hay algunos que todavía no se quieren dar cuenta y hay que avisarles, hay que mandarles telegramas, ahora correos electrónicos”, ironizó en referencia a sus opositores.
En sus diferentes referencias al pasado, consideró que las administraciones anteriores, a las que identificó como parte de “los tiempos del soborno y el moche”, posibilitaron que se cometieran atrocidades, abusos, actos de corrupción.
Además de las denuncias interpuestas en lo penal, realizadas por Pemex al inicio de la administración, el presidente sostuvo que están alcanzado acuerdos, reparaciones del daño y que las empresas puedan seguir trabajando en condiciones de justicia y de legalidad, lo que en diferentes casos implica ir a tribunales internacionales que llevan mucho tiempo en sus procesos.
“No sabemos si en esos tribunales internacionales se actúa con rectitud, entonces hemos optado por hablar con todas estas empresas”, dijo.
Como se recordará, una investigación realizada por Quinto Elemento Lab, publicada Proceso, reveló la confesional de altos ejecutivos de Odebrecht procesados en Brasil, donde asentaron que entre 2010 y 2014, entregaron sobornos millonarios a funcionarios mexicanos, aunque sin precisar los casos.
El asunto ha cobrado un nuevo impulso a partir del proceso que se le sigue al exdirector de Pemex, Emilio Lozoya Austin que, en su peculiar calidad de imputado, testigo colaborador y denunciante, ha asegurado que la trasnacional brasileña inclusive entregó recursos para la campaña presidencial de Enrique Peña Nieto en 2012.