La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, reivindicó la reciente aprobación de la reforma que elimina diversos organismos autónomos, rechazando las críticas que señalan a esta medida como un paso hacia el autoritarismo. Según la mandataria, la decisión responde a la necesidad de fortalecer al Estado, ya que, en su opinión, algunos de estos entes operaban en contra del interés público.
Durante una breve alusión a la aprobación de la reforma en el Senado, Sheinbaum cuestionó el desempeño de la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece), a la cual acusó de haber obstaculizado el crecimiento de empresas estatales estratégicas como Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
“La desaparición de estos organismos no significa que las funciones que desempeñaban desaparecerán, sino que se llevarán a cabo de otra manera, bajo una estructura que permita una mayor coordinación con las prioridades nacionales”, explicó la presidenta.
El debate sobre la reforma ha generado una intensa polémica en el país, con sectores de la oposición y organizaciones civiles que advierten sobre los riesgos de concentrar funciones clave en el gobierno central. No obstante, Sheinbaum aseguró que la medida busca garantizar una administración pública más eficiente y alineada con los intereses del pueblo mexicano.
La eliminación de los organismos autónomos representa un cambio profundo en la estructura institucional del país y ha reabierto el debate sobre el equilibrio entre autonomía y control estatal en áreas críticas como la competencia económica, la transparencia y los derechos humanos.