En una movida sorpresiva, el presidente Donald Trump otorgó una prórroga de 75 días a TikTok para que continúe operando en Estados Unidos, reavivando el debate sobre seguridad nacional, protección de datos personales y tensiones comerciales con China.
La decisión busca dar tiempo adicional a ByteDance, la empresa matriz china de TikTok, para cerrar un acuerdo de venta con una compañía estadounidense, tal como exige la legislación aprobada por el Congreso en 2024. Esta normativa, respaldada por ambos partidos, obliga a ByteDance a desprenderse de la aplicación si desea seguir operando en territorio estadounidense, ante el temor de que el gobierno chino pueda utilizarla para espiar o influir en los usuarios.
La relación de TikTok con Estados Unidos ha sido conflictiva desde el primer mandato de Trump. En 2020, intentó vetarla por considerarla una amenaza para la seguridad nacional, aunque el veto no prosperó en ese entonces. Sin embargo, el tema volvió con fuerza en 2024 y culminó con la aprobación de la ley que impuso un plazo para la venta de la aplicación, el cual venció en enero de 2025. Como consecuencia, TikTok fue brevemente retirada de las tiendas de aplicaciones en EE.UU.
Pero el 20 de enero, en su primer día de regreso a la Casa Blanca, Trump firmó una orden ejecutiva que amplía ese plazo por 75 días, abriendo una nueva ventana para las negociaciones. Gigantes como Amazon, Oracle e incluso startups emergentes como Perplexity AI han mostrado interés en adquirir la plataforma.
El mandatario ha vinculado el destino de TikTok con una estrategia más amplia de negociación comercial con China. Según fuentes cercanas a la Casa Blanca, Trump ha sugerido que podría ofrecer reducciones arancelarias si Pekín respalda un acuerdo de venta favorable a Estados Unidos.
Pese a las críticas que acusan al presidente de utilizar la aplicación como moneda de cambio política, Trump ha defendido su postura, argumentando que TikTok es una red social exitosa que debería seguir activa en el país. No obstante, los desafíos legales y las persistentes preocupaciones sobre la seguridad de los datos continúan siendo un escudo importante.
Mientras se desarrollan las negociaciones, el futuro de TikTok en Estados Unidos sigue en el aire.