La red social Facebook anunció el pasado miércoles un cambio en el diseño de su página principal para incluir una barra de filtro de contenidos que permite al usuario elegir qué mensajes quiere ver, en lugar de que el algoritmo tome esta decisión por él.
En una entrada en el blog corporativo de la compañía, el vicepresidente de Facebook para asuntos globales y ex vice primer ministro del Reino Unido, Nick Clegg, informó del nuevo diseño, que incluye tres opciones en lo alto de la página: «Casa», «Favoritos» y «Recientes».
Si se elige la primera opción, «Casa», el internauta seguirá viendo los contenidos como hasta ahora, elegidos por el algoritmo en base a sus supuestos intereses y gustos a partir de su historial de navegación en la plataforma, un sistema que cada vez recibe más críticas por su potencial para crear burbujas sociales y reforzar la polarización política.
En cambio, si el usuario elige la opción «Favoritos», solo le aparecerán los mensajes de amistades y páginas que la red social considere más «importantes» para él, y este podrá añadir y eliminar manualmente todas las que quiera, de manera que pasará a poder decidir qué es lo que quiere ver y qué es lo que no quiere ver.
La última sección, «Reciente», muestra todos los contenidos siguiendo un criterio estrictamente cronológico, de manera que el algoritmo no interviene para nada y no se prioriza aquello que se considera que puede ser de más interés para cada usuario.
El nuevo diseño aparecerá hoy mismo a quienes usen Facebook en móviles con sistema operativo Android y en las próximas semanas para quienes utilicen iOS.
«El usuario debe poder entender mejor cómo funcionan los algoritmos y por qué toman cada decisión, y también debe poder tener más control sobre los contenidos que se le muestran», escribió Clegg, quien tituló su entrada en el blog «Tú y el algoritmo: se necesitan dos para bailar un tango».
El expolítico británico dedicó varios párrafos a justificar la posición de quienes se sienten ninguneados por la inteligencia artificial y reivindicó que los humanos deben poder «rebatir al algoritmo y ajustar o ignorar las predicciones que este haga».
El modelo de negocio de portales como Facebook, Twitter y YouTube, basado en aumentar al máximo el tiempo que los internautas pasan en ellos destacando los contenidos que la inteligencia artificial considera que lograrán mantenerles conectados ha recibido duras críticas en los últimos tiempos por parte de políticos y activistas en todo el mundo.