Claudia Sheinbaum, presidenta de México, debutó este lunes en el G-20 con una propuesta contundente: redirigir el 1% del gasto militar global hacia la reforestación, una medida que podría transformar el combate al cambio climático y la pobreza. Durante la cumbre en Río de Janeiro, Sheinbaum presentó su iniciativa como “el programa de reforestación más grande de la historia”, basado en el modelo mexicano Sembrando Vida . Con una inversión estimada de 24.000 millones de dólares anuales, su plan apunta a apoyar a seis millones de sembradores en todo el mundo.
“Consiste en dar a las familias pobres del campo un diario y capacitación técnica para sembrar árboles maderables y frutales, así como otros cultivos”, explicó. Además, destacó que México ya destina 1,700 millones de dólares anuales a este programa, beneficiando a 439,000 familias en el país y 40,000 más en Centroamérica. Desde su implementación, se han plantado más de 1,100 millones de árboles en un millón de hectáreas.
El discurso de Sheinbaum resonó con los temas principales de la cumbre: el combate al hambre, la reforma de las instituciones internacionales y la protección ambiental. En línea con el mensaje del presidente anfitrión, Luiz Inácio Lula da Silva, quien abogó por menos conflictos armados y más desarrollo, la mandataria mexicana cuestionó las prioridades globales. “¿Cómo es que el gasto en armas creció casi el triple que la economía mundial? ¿Cómo es que 700 millones de personas aún viven por debajo de la línea de pobreza?”, planteó.
Sheinbaum hizo un llamado directo a las grandes potencias: “Vengo en nombre de un pueblo generoso, solidario y sabio a construir paz, fraternidad e igualdad. Llámennos idealistas, pero lo prefiero a ser conformistas”.
Su participación también marcó el retorno de México a los foros internacionales tras un período de baja presencia durante la administración de López Obrador. El tono de su intervención, sin embargo, mantuvo ecos del ideario de su predecesor. Citando uno de los lemas fundamentales del obradorismo, afirmó: “Por el bien de todos, primero los pobres”.
Además de su discurso, Sheinbaum celebró ocho reuniones bilaterales clave, entre ellas con el presidente francés Emmanuel Macron, el primer ministro indio Narendra Modi y el presidente estadounidense Joe Biden. Este último encuentro abordó temas de seguridad, economía y migración, un tema central para ambas naciones.
La propuesta de Sheinbaum en el G-20 no solo busca reforestar el planeta, sino también replantear las prioridades del gasto global en un momento crítico para la humanidad. “Dejemos de sembrar guerras, sembremos paz y sembremos vida”, concluyó.