Con la intención de cerrar el año ofreciendo una actividad para los amantes del jazz, el Instituto Municipal de Cultura, a través del Centro de Estudios Musicales (CEM), organiza un curso especial de este género. La propuesta estuvo dirigida a personas que ya conocen y disfrutan del jazz, y fue coordinada por el maestro Alan Daniel Montes, contrabajista de jazz y docente de contrabajo en el CEM.
En este curso, el maestro Luri Molina, reconocido como una de las figuras más influyentes dentro del mundo del jazz, compartió su vasto conocimiento. Durante las sesiones, Molina presentó tres niveles diferentes del género, comenzando con una introducción a los orígenes del jazz. Explicó cómo la música de África, los inmigrantes y la esclavitud en los Estados Unidos, específicamente en el delta de Mississippi y Nueva Orleans, contribuyeron a la creación del jazz. El curso continuó con la época de los años 30 y la influencia de Louis Armstrong, para concluir con una reflexión sobre el jazz contemporáneo.
El curso profundizó en temas como la construcción de armonías, escalas, acordes de séptima y variaciones como los acordes disminuidos o incrementados, todo dirigido a quienes tienen conocimientos musicales previos. Se trató, además, de cómo estos conceptos se aplican en los fluidos estándar del jazz.
La última sesión estuvo dedicada a la improvisación, un componente esencial del jazz. Los participantes no solo tuvieron la oportunidad de aprender, sino también de escuchar y disfrutar de la ejecución de músicos experimentados.
CONCEPTOS INTERESANTES
“Queremos atender a este segmento de la población e invitar a los alumnos a conocer más sobre el jazz. Si bien hacemos música clásica, regional y étnica, es fundamental comprender todos los aspectos del jazz”, expresó Alan Daniel Montes, coordinador del curso.
Por su parte, el director del CEM, maestro Eduardo Figueroa, resaltó la importancia de este tipo de actividades: “Les brindamos las herramientas necesarias para que los estudiantes puedan tomar decisiones sobre su camino musical, basándose en una formación sólida”.
Luri Molina, quien expresó su pasión por compartir su experiencia, destacó el valor de la historia del jazz y su tradición. «Este curso está enfocado en ofrecer una charla cronológica sobre el desarrollo del jazz, situando a los participantes en un contexto histórico y cultural”, explicó el músico. «Es importante combinar la teoría con la práctica. No hay nada como la experiencia directa para aplicar los conocimientos», añadió.
La dinámica del curso incluyó no clases teóricas de solo, sino también prácticas activas, donde se exploran las formas tradicionales del jazz y la improvisación, un elemento clave del género que fue trabajado individualmente por cada músico con su instrumento.
Este curso fue una valiosa oportunidad para los participantes, quienes pudieron tanto aprender como disfrutar de un estilo musical que sigue siendo relevante y dinámico en la actualidad.